Calabazas, cidras y melones, estos tres elementos sirvieron de base a los niños para elaborar el tradicional farolillo e inscribirse en la primera edición del Concurso Municipal, organizado por la Concejalía de Festejos, para celebrar la víspera del Día de Todos los Santos.
Un evento al que acudieron más de 200 niños de la localidad, de los cuales 162 se inscribieron previamente para que su farolillo pudiera optar a uno de los tres premios que ofrecía el Ayuntamiento. Los galardonados, tal y como nos explica la responsable del evento, Estela Palacios, fueron elegidos por el jurado en base a la originalidad en la presentación y a la perfección a la hora de tallar las piezas. Pero, añade, “al tratarse de una convocatoria dirigida a niños el premio era una excusa para que se esmeraran, ya que en realidad todos los asistentes fueron obsequiados con una bolsa repleta de chucherías“. Tras la elección de las tres mejores faroles los niños hicieron un breve recorrido por las calles cercanas a la Plaza Fernando Feijoo y finalmente se desplazaron al Pub “ Blow-Up” donde fueron obsequiados con una bebida infantil terrorífica.