“Os deseo que seáis felices y cumpláis cien como yo”, fue la frase más repetida ayer por Lina Serrano Collado durante la fiesta que familiares, amigos y vecinos organizaron con motivo de su cumpleaños.
Una celebración, para nada improvisada, ya que la centenaria llevaba días anunciando que sería una jornada en la que abriría las puertas de su casa para que todo aquel que quisiera pudiera acompañarla y sentirse agusto. Dicho y hecho, Lina se encargó de preparar al milímetro las cosas y a sus cien años, ejerció de perfecta anfitriona ofreciendo algún aperitivo o una bebida, a todo aquel que llegaba a felicitarla. En este día tan especial estuvo acompañada por sus hijos y nietos, su hermana Mercedes de 91 años, su mejores amigas y numerosos vecinos, que quisieron participar de la alegría y el optimismo que derrocha esta mujer.
Al lugar se acercaron también autoridades municipales, el coro Rociero, las colaboradoras del centro Guadalinfo y hasta el programa Andalucía Directo que emite Canal Sur.
Durante el encuentro se sucedieron numerosas anécdotas fruto de la espontaneidad de la homenajeada, quien al recibir la visita del Alcalde subrayó “me alegro de que vengas porque eres Alcalde y porque de niño te tuve entre mis brazos”. Comentario al que el regidor municipal contestó “lo sé y conservo una foto de una de esas veces y te quiero regalar una copia”.
Su vecino, Manuel Higueras, resaltaba “la conozco desde hace 49 años y nunca la he visto enfadada ni de mal humor”. A las numerosas peticiones de que compartiera el secreto para llegar así a los cien años, Lina, ironizaba señalando “todos los secretos no los voy a contar” pero añadía, “tomo muchos picones y algún día un sorbito de anís que mi nieto Andrés me regala por Noche-Buena“. Su vecina, Mª Lorenza Higueras, comentaba entre risas que al informatizar el médico los ficheros se sorprendió porque los datos de Lina no constaban en el centro de salud ya que nunca había ido al médico. Y es que, a su edad, esta mujer se encuentra en un perfecto estado de salud y tiene un grado de autonomía que no sólo le permite vivir sola sino participar en cuantos eventos se organizan en el pueblo. “Me gusta ir a la comida de mayores para que me saquen a bailar“, enfatiza Lina, mientras se arregla la ropa que llevaba puesta para posar con diligencia cada vez que la reclamaban para una foto.
Ni picones, ni anís, sin ser consciente Lina desvela su secreto mejor guardado, a los cien se llega así cuando se da tanto cariño sin esperar nada a cambio.
Aquí dejamos una Galería de Imagenes para que el lector pueda hacerse una idea del día tan especial que vivió Lina en su centenario:
21 de septiembre de 2011 |