La intervención propuesta para la plaza del Padre Feijoo pretende revitalizar este enclave urbano, incentivando el uso público de un entorno que se abre al visitante y ofrece nuevas posibilidades de albergar eventos socioculturales. Para ello se establecen dos planos a distinto nivel vinculados a la iglesia y al ayuntamiento respectivamente, que harán destacar a dichos edificios al proporcionar mayor amplitud visual a sus fachadas, y convirtiéndose además en espacios donde podrán coincidir o alternarse los juegos, la conversación y el descanso. Se organizan las zonas transitables mediante una nueva disposición de los elementos que tradicionalmente constituyen una plaza pública, emplazándose en el cambio de nivel entre las dos plataformas una fuente cuyas trazas generarán el resto de la composición y en torno a la que se establecerán puntos de paso, consistentes en una rampa anexa a la iglesia y una serie de escalones en el lado opuesto.
Se pretende despejar en la medida de lo posible el área de entrada al ayuntamiento, difuminando los escalones y eliminando cualquier elemento vertical. Por otra parte, la ordenación de la zona en torno a la iglesia pretende respetar la forma en que tradicionalmente los vecinos han hecho uso de la plaza en relación a los oficios religiosos, por lo que se prescinde de cualquier elemento que forzara a cambios presumiblemente no deseados por los usuarios.
Integrándose con el cuerpo de la fuente se dispone un banco con un parterre en la zona del respaldo, posibilitando la implantación de vegetación en contraste con la solidez y homogeneidad del solado, de granito en dos composiciones distintas para el frente de la iglesia y para el resto del conjunto. Se establece una zona de juegos infantiles junto a la serie de escalones, en el más elevado de los cuales se disponen otros dos parterres con árboles para continuar la diagonal marcada por el banco antes citado y sombrear ligeramente la zona de asientos junto a los juegos infantiles. En la esquina noroeste, la más alejada de la iglesia y donde tradicionalmente se produce mayor confluencia de usuarios durante las mañanas, se ubica otro banco-parterre cubierto parcialmente con una pérgola que proporcionará sombra a los asientos y difuminará la rigidez de líneas de este borde. Todos los bancos de obra se compondrán de hormigón y acero, con madera en la zona de asientos para evitar el excesivo frío o calor al tacto.
Finalmente, en el lado sur de la plaza se mantendrán las palmeras existentes, con una adecuación de sus parterres para conseguir un acabado acorde a la nueva composición y solucionando el cambio de altura que se produce en esta zona mediante escalones. Se completará la actuación mediante la sustitución de las luminarias, optando por un modelo de trazos sencillos, además de focos orientables que enfaticen la singularidad de los edificios principales y puntos de luz en el suelo que crearán luz ambiente y sugerirán líneas de recorrido.