Los pequeños de la Guardería Municipal de Los Villares experimentaron una peculiar jornada de recogida de aceituna. Desde la guardería se pretende involucrar a los pequeños con el entorno y para ello se realizan actividades relacionadas con distintas tarareas del Municipio según la época del año.
En esta ocasión, con la llegada de la campaña de recogida de aceituna los niños vivieron en primera persona el proceso completo desde la recogida del fruto, hasta su consumo.
Para realizar esta actividad se cosechó un olivo situado en el centro educativo y propiedad de la Guardería Municipal. A primera hora de la mañana, los pequeños aceituneros, vestidos con la ropa típica de los temporeros, las niñas con pañuelos y enaguas, y los niños con gorra, recogieron el producto del olivo. Después de estirar los fardos, unos con piquetas tiraron la aceituna y otros la fueron recogiendo en sus espuertas. Posteriormente se dirigieron al molino de Jiménez, una almazara Villariega, donde cada uno fue añadiendo el producto de su trabajo para ser pesado. La cantidad reflejada en el albarán fue de diez kilos, todo un record para los pequeños.
La almazara obsequió a los niños con un desayuno típico, pan con aceite, lo que permitió a los protagonistas degustar el producto final de su trabajo, además se les explicó, con un cuento, todo el proceso de elaboración del aceite.
De esta manera, los pequeños pudieron vivir un día típico de recogida de aceituna, un tema muy latente en esta época del año, que aunque a la mayoría les resultaba familiar nunca lo habían palpado tan de cerca.
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