Fotografía de principios de los años setenta, en ella están D. Juan Manuel Gómez Luque y sus hijos Juan Antonio y Manolo.
Su barbería se encontraba situada en la Calle Arroyo esquina con la Calle Solana.
Como se aprecia todavía se utilizaban los clásicos sillones de barbería, ocupados por los clientes ocultos detrás de la espuma de afeitar.
Volviendo a la foto los dos niños que hay en ella también son en la actualidad barberos o mejor peluqueros que es como se llaman ahora.
Las barberías han sido históricamente un lugar de encuentro, de debate, de intercambio de opiniones, de chascarrillos, donde el que se afeitaba no se marchaba, sino que se sentaba en otro sitio y seguía charlando sin prisas.
El oficio de barbero ha formado siempre parte de la literatura no olvidemos que D. Quijote utilizaba como yelmo el bacín de un barbero.
